En la costa de Jalisco hay un rincón que parece susurrar secretos de aventura y autenticidad: Costalegre. Son más de 300 kilómetros que atraviesan Cihuatlán, La Huerta, Tomatlán y Cabo Corrientes, pero más que una ruta en el mapa, es un lugar para vivir experiencias únicas. Desde la calma de Chalacatepec hasta el encanto tradicional de Barra de Navidad, este destino se ha ganado el apodo de “el secreto mejor guardado de Jalisco”, donde cada nuevo día es una promesa de algo especial por descubrir.
Jalisco sigue siendo un punto fuerte en el turismo de México, y Costalegre es uno de sus grandes orgullos. En 2024, el estado recibió 33.2 millones de visitantes, dejando una derrama de 76,495 millones de pesos. Para 2025 se espera rebasar los 80,000 millones. Esto refleja el valor de lugares como Costalegre, que ofrece playas casi vírgenes, opciones para disfrutar al aire libre y un compromiso real con cuidar el medio ambiente. Si piensas visitar esta joya de Jalisco, hay muchos rincones que vale la pena conocer.
Bahías de Ensueño: Entre las que no pueden faltar están la Bahía de Navidad, la tranquila Tenacatita, la elegante Costa Careyes, la animada Bahía de Chamela, la auténtica Costa Majahuas y el impresionante Cabo Corrientes. Estas bahías se reparten entre los municipios costeros y regalan vistas que realmente te dejan sin palabras.
Playas que Armonizan: Aquí todo se conecta con la naturaleza. Están Chalacatepec, La Peñita Pintada, Majahuas, Cruz de Loreto, Punta Las Peñitas y la Presa Cajón de Peñas. En la Bahía de Chamela se encuentran El Negrito, Las Rosadas, Chamela, Punta Pérula y las Alamandas. Y en Cabo Corrientes, Yelapa, Mayto y Quimixto te esperan con paisajes inolvidables.
Costalegre también se destaca por las actividades que ofrece. Es el lugar ideal para quienes buscan una mezcla de aventura, naturaleza, cultura y momentos de bienestar. Cada visitante encuentra aquí algo que se ajusta a su forma de viajar, sin importar si quiere moverse mucho o solo relajarse.
Aventura al aire libre: Esta región es perfecta para vivir emociones intensas. Durante la temporada, se puede ver ballenas, practicar buceo o snorkel en arrecifes limpios, surfear en olas desafiantes y ayudar en la liberación de tortugas. También hay rutas para hacer senderismo, andar en bicicleta de montaña o cabalgar entre paisajes espectaculares.
Exploración natural y ecoturismo consciente: Hay paseos por esteros y reservas ecológicas donde la tranquilidad se siente desde el primer momento. Aquí es común observar aves o hacer recorridos en kayak y paddle board. Todo está pensado para convivir con la naturaleza sin afectarla, respetando cada ecosistema.
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Selva de microclimas y cascadas: Hay zonas donde la selva cambia de palmas a pinos en cuestión de minutos. Ríos y cascadas forman pozas que parecen sacadas de un sueño. Es el escenario perfecto tanto para actividades extremas como para pasar el día descansando rodeado de vegetación y sonidos naturales.
Cultura viva y sabores auténticos: La cocina local es uno de los grandes tesoros de Costalegre. Hay mariscos frescos, recetas tradicionales y espacios donde la comida va directo del campo al plato. También se pueden visitar mercados, conocer a artesanos y ser parte de fiestas llenas de música, alegría y tradiciones que cuentan la historia del lugar.
Bienestar y conexión interior: En Costalegre también se puede encontrar paz. Hay sesiones de yoga frente al mar, spas que usan ingredientes naturales y rituales como el temazcal para reconectar cuerpo y mente. Aquí el descanso es tan importante como la aventura, y todo está pensado para que el visitante se sienta renovado.
Costalegre está lista para convertirse en un destino turístico de nivel mundial, sin perder su esencia. Tiene la infraestructura para recibir a más viajeros, pero sigue conservando su estilo natural y auténtico. Todo apunta a que en 2025 crecerá aún más. Aquí, la naturaleza, la cultura y la exclusividad se mezclan para ofrecer momentos que se quedan en la memoria, y lo mejor, de una forma sostenible.
