En la Riviera Maya, donde el Caribe acaricia la selva y el viento susurra historias de mar y raíces, los manglares se alzan como silenciosos guardianes de vida. En este rincón mágico del planeta, la Fundación Eco-Bahía —brazo ambiental de Grupo Piñero— renueva su compromiso con estos ecosistemas esenciales, justo en el marco del Día Internacional de la Protección del Ecosistema de Manglar, celebrado cada 26 de julio.

Eco-Bahía

Quintana Roo, joya del sureste mexicano, resguarda más del 27 % de todos los manglares del país. Estos bosques salobres no solo son cuna de biodiversidad, sino también barrera natural frente a huracanes, almacenes de carbono y filtros vivos que purifican el agua. Su protección, en esta tierra de belleza profunda, es tan vital como el mismo mar.

Con la educación como brújula y la acción local como camino, Eco-Bahía tejió una semana de actividades que dejaron huella. Antes del 26 de julio, se llevó a cabo una jornada con niñas y niños de la región, quienes aprendieron jugando con el “Serpientes y Escaleras del Manglar”, un recurso lúdico que enseña sobre la fauna y funciones ecológicas de este ecosistema único. La actividad forma parte del sólido Programa de Educación Ambiental de la Fundación, sembrando respeto y amor por la naturaleza desde las primeras edades.

El día de la efeméride, la celebración se expandió a la arena y al agua: la limpieza mensual de playa sumó esta vez al manglar como protagonista. Residuos sólidos fueron recolectados, y entre raíces retorcidas y cantos de aves, el equipo realizó un monitoreo de fauna silvestre. Las observaciones, registradas en la plataforma iNaturalist, se suman a los esfuerzos globales de ciencia ciudadana.

Protegiendo Manglares

“Proteger los manglares es cuidar de quienes nos cuidan. A través de la educación, el monitoreo y la acción directa, tejemos redes de conciencia con la comunidad”, compartió Luis Verdín, gerente de la Fundación Eco-Bahía en México.

Estas acciones vibran al ritmo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, especialmente los ODS 14 y 15, reafirmando el papel de Eco-Bahía como un faro de conservación en la región. Con casi 25 años de historia, la Fundación continúa inspirando un turismo más consciente y sembrando semillas de cambio donde la naturaleza aún canta libre.

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