El Parque Nacional Huatulco es un lugar impresionante en el que podrás encontrar una gran variedad de flora y fauna que te asombrarán a cada paso.

Al iniciar el recorrido nuestro guía Israel, de Aventura Mundo, nos explicó que seguiríamos el Sendero Sanate, el cual nos llevaría hasta la Bahía de Cacaluta después de, aproximadamente, un kilómetro y medio de caminata.

También, nos explicó que en este Parque Nacional se puede practicar el avistamiento de aves endémicas y migratorias. En el camino pudimos ver a un pájaro carpintero cachetidorado, comúnmente conocido en Huatulco como “tiqui tiqui” por el sonido que provoca al picar el tronco de un árbol.

Con frecuencia se realiza un conteo de las especies de aves que visitan la reserva, pero en este 2020, nos comentó Israel, no pudo llevarse a cabo debido a la pandemia de COVID-19, por lo que sólo se cuenta con el monitoreo de hace dos años, en el que se registró 300 especies.

Mientras íbamos avanzando pudimos observar a otras aves, como las calandrias; roja y negra, golondrinas, colibríes y pericos, todas endémicas de Huatulco. Poco a poco nos adentramos en el parque para seguir admirando la naturaleza de esta región de Oaxaca.

Una de las recomendaciones que nos dio Israel es no utilizar ropa fosforescente, para que las aves no se espanten y pueda avistárseles de mejor manera.

 Colección de ecosistemas

Después del avistamiento de aves, continuamos nuestro recorrido por el Parque Nacional Huatulco, un área protegida destinada a la conservación de especies animales y vegetación de la zona, por lo que toda construcción que pudiera afectar su fin está estrictamente prohibida.

Se considera como una de las reservas naturales más completas del país, ya que el trayecto inicia en un entorno de selva baja caducifolia, después se encuentra una parte de selva inundable, en la que existe una laguna que se forma en época de lluvias.

Más adelante hay un área de manglares y unos pasos después, el paisaje cambia drásticamente y se observan órganos de varios tipos y plantas de tipo desértico, y arena gruesa que es el preámbulo de la recompensa a la caminata: la Bahía Cacaluta, en la que los arrecifes de coral constituyen otro de los ecosistemas del parque.

 La bahía “secreta”

Una vez que llegas a la Playa de Cacaluta, la primera impresión es la de haber llegado a un edén. Su gran extensión provoca la sensación de estar en completa soledad y la isla que emerge un poco más allá de la orilla del mar hace que el tiempo desaparezca. Si decides bañarte en esta playa, debes tomar tus precauciones ya que el oleaje es bastante fuerte, y si no eres un nadador consumado, lo más recomendable es permanecer fuera del agua.

El contraste del intenso azul del mar, el verde de la vegetación y el suave marrón de la arena da la impresión de estar dentro de una pintura que se extiende hasta el horizonte. Israel, nuestro guía, nos comentó que en esta bahía hay dos playas, Cacaluta y Arroyo, y que en ambas, además del senderismo y el avistamiento de aves, se puede realizar diferentes actividades como natación, buceo, snorkel y pesca deportiva.

Diferentes asociaciones, como Aventura Mundo, han puesto su granito de arena para que estos parajes se mantengan completamente naturales, limpios y sigan siendo un santuario para diferentes especies animales y vegetales.

Sin duda, es un recorrido que debes realizar si eres amante de la naturaleza, o bien, si buscas un momento de relajación para contemplar los hermosos paisajes con que cuenta Huatulco y pensar en la manera en que podemos ayudar a conservar la belleza de nuestro planeta.