A pesar de que algunos de los principales destinos turísticos de México han comenzado a reactivar de forma progresiva sus actividades, la recuperación en el sector turístico continúa siendo lenta, tal es el caso de destinos de talla internacional como Cancún.
El estado de Quintana Roo, donde se ubica Cancún, se vio afectado por el cierre obligado de casi tres meses debido a la pandemia de COVID-19, y aunque desde inicios de julio comenzó su reapertura turística, reporta una recuperación más lenta de lo esperado.
En el caso de este estado, la reactivación se ha convertido en una nueva experiencia para los visitantes y los prestadores de servicios turísticos, comenzando por todos los protocolos que se ha tenido que adoptar:
- Acceso limitado a las playas para turistas
- Acceso prohibido a residentes
- Uso obligatorio de cubrebocas
- Aforo restringido para hoteles y restaurantes
Las pérdidas que reporta el sector turístico de Quintana Roo se estiman entre 3 mil y 3 mil 500 millones de dólares por la ausencia de casi 7.2 millones de visitantes durante la cuarentena obligada para evitar la propagación del COVID-19.
Según datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, la tendencia de crecimiento en los niveles de ocupación hotelera es de 5% mensual, por lo que esperan cerrar el año con una ocupación de casi 60%.
Hasta el 19 de julio, Cancún reportó sólo 188 llegadas y salidas, pero fue la cifra más alta desde abril, cuando llegó la pandemia a México. En verano de 2019, este destino turístico reportó una ocupación por encima del 90%.
Hasta el momento, de acuerdo con la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, se ha reabierto 141 centros de hospedaje en los tres destinos, sumando 36 mil 432 cuartos.