El famoso restaurante Cilantro y Perejil, ubicado en el corazón del Pueblo Mágico de Tequisquiapan, celebró el Día de Reyes con una experiencia que combinó deliciosa comida, vinos de prestigio y el encanto especial de esta icónica región de México.
El 6 de enero, los asistentes disfrutaron de un maridaje creado para realzar los sabores de la cocina internacional, culminando con la tradicional rosca de reyes en un ambiente que celebró las tradiciones mexicanas. Como parte del evento, los viñedos Freixenet ofrecieron una cata guiada, explorando los matices de los vinos locales y resaltando la riqueza vinícola de la zona. Este evento reafirma a Tequisquiapan como un destino clave para los amantes del vino en México.
Alta cocina con un toque local
El menú comenzó con una tabla de quesos y chistorra a las brasas, acompañados por un vino blanco fresco que realzó cada sabor. Después, una degustación de sopas, como la tradicional sopa de tortilla y una crema de almejas, abrió paso a los platos fuertes: enchiladas queretanas, salmón en salsa de romero, New York en salsa de ajo y una mariscada acompañada de un vino tinto Marcelan, logrando una perfecta armonía entre comida y bebida. Para el cierre, los postres incluyeron brownie, crujiente de manzana y la clásica rosca de reyes, un homenaje a esta fecha especial.
Promoviendo la cultura de Tequisquiapan
El evento, en colaboración con la Dirección de Turismo de Tequisquiapan, marcó el cierre de la primera villa navideña de la región, que durante semanas atrajo visitantes con su ambiente festivo, nevadas artificiales y espectáculos de luz y música. No obstante, el centro de atención fue Cilantro y Perejil, un restaurante que se ha convertido en un referente por su calidad y su especialidad en cocina internacional y cortes a la parrilla.
“Queremos posicionar a Tequisquiapan como un destino vibrante y acogedor, donde la cultura y la gastronomía se unen para crear recuerdos inolvidables”, expresó Katherine Arteaga Mejía, Coordinadora de Promoción Turística de Tequisquiapan.
Virginia Elguea, propietaria de Cilantro y Perejil, agregó: “Nuestra meta es que cada visita a nuestro restaurante sea un viaje sensorial que conecte a los comensales con las tradiciones y sabores del mundo”.
Con este evento, Cilantro y Perejil reafirmó su compromiso como embajador de la gastronomía y cultura, ofreciendo experiencias únicas en uno de los lugares más encantadores de México.