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5 platillos típicos de Querétaro que sorprenden por su sabor y tradición artesanal

Tradición, sabor con enchiladas, vino premiado y cocina local en los platillos típicos de Querétaro

Por: Fátima Rivera Publicado: 07/11/2025


5 platillos típicos de Querétaro que sorprenden por su sabor y tradición artesanal

Aunque en redes circula un meme que dice que los unicos platillos típicos de Querétaro son las pizzas de Little Caesars, la realidad es que el estado cuenta con una escena gastronómica y vitivinícola de gran prestigio.

Querétaro ha destacado a nivel nacional por su cocina contemporánea basada en ingredientes locales y por su creciente industria del vino.

Restaurantes como Bárbaro Asador de Campo han sido reconocidos con el Premio México Gastronómico de Sustentabilidad gracias a su compromiso con la producción responsable y el uso de productos regionales.

En el ámbito del vino, Querétaro se ha consolidado como una de las regiones más importantes del país.

Fue la primera en obtener una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para sus vinos, lo que certifica la calidad y autenticidad de su producción.

Además, en el México International Wine Competition 2023, los vinos queretanos ganaron 31 medallas, reflejando su excelencia. Viñedos como Puerta del Lobo también han sido galardonados, siendo nombrado “Bodega del Año 2025” por la Asociación de Sommeliers Mexicanos.

Estos reconocimientos demuestran que Querétaro tiene una rica cultura gastronómica y enológica, muy lejos de lo que sugiere el divertido meme de las pizzas.

Platillos típicos de Querétaro

Enchiladas queretanas – Ciudad de Querétaro y San Juan del Río

Las enchiladas queretanas son uno de los platillos más representativos del estado. Se preparan con tortillas de maíz bañadas en una salsa roja elaborada con chiles guajillos, ajo, cebolla y un toque de especias.

Se rellenan tradicionalmente con pollo deshebrado, papa o zanahoria, y se sirven con lechuga, queso fresco, crema y cebolla.

A diferencia de otras versiones del país, las enchiladas queretanas suelen acompañarse con piezas de pollo fritas y guarniciones de zanahoria en escabeche. Son un platillo que refleja la herencia mestiza y el uso de ingredientes locales.

En la Ciudad de Querétaro, lugares como el mercado de La Cruz o el de La Cruzita ofrecen versiones caseras muy auténticas, mientras que en San Juan del Río también son parte esencial de las fondas tradicionales.

Su sabor equilibrado entre lo picante y lo suave, junto con su textura crujiente, las convierte en una experiencia imperdible para quien desee probar la verdadera cocina queretana. Además, suelen servirse en celebraciones familiares, ferias y fiestas patronales, siendo un símbolo de la hospitalidad de la región.

Gorditas de migajas – Ciudad de Querétaro

Las gorditas de migajas son un clásico de la gastronomía popular queretana, especialmente reconocidas en los mercados y fondas de la capital.

Se preparan con masa de maíz gruesa, que se rellena con migajas: pequeños trozos de chicharrón prensado o manteca que quedan después de freír la carne de cerdo. Este ingrediente da a las gorditas su sabor característico, ligeramente salado y con un toque ahumado.

Una vez cocidas en el comal, se abren y se rellenan con guisos como frijoles refritos, nopales, requesón o papa con chorizo, además de salsas verdes o rojas. Tradicionalmente se acompañan con queso fresco rallado, crema y una buena porción de salsa casera.

En Querétaro capital, las gorditas de migajas se pueden disfrutar en lugares emblemáticos como el Mercado de la Cruz, el Mercado de la Cruzita o en puestos callejeros cercanos al Jardín Guerrero.

También son muy populares en Corregidora, donde se preparan con recetas familiares transmitidas por generaciones. Más que un antojito, las gorditas representan el espíritu del alimento queretano: sencillo, nutritivo y lleno de sabor.

Comerlas recién hechas, con las manos y un toque de picante, es una experiencia cotidiana que conecta con la autenticidad del pueblo queretano.

Chivito tapeado – Cadereyta y municipios de la Sierra Gorda

El chivito tapeado es uno de los platillos más tradicionales y emblemáticos de la Sierra Gorda queretana, especialmente en municipios como Cadereyta, Pinal de Amoles y Jalpan de Serra.

Se trata de una preparación ancestral que consiste en carne de chivo marinada en una mezcla de chiles secos (como guajillo, ancho y pasilla), ajo, cebolla, comino, orégano y vinagre.

Luego se envuelve en hojas de maguey y se cocina lentamente en una olla de barro o en un horno subterráneo, lo que permite que la carne se impregne de los sabores del adobo y conserve una textura suave y jugosa.

El término “tapeado” hace referencia a la forma de cubrir o sellar el guiso durante su cocción. Este plato es típico de celebraciones regionales y festivales gastronómicos, donde se sirve con nopales asados, frijoles de la olla y tortillas hechas a mano.

En Cadereyta de Montes, se puede degustar en fondas rurales o en ferias locales, donde las familias preparan el chivo desde temprano, siguiendo técnicas que datan de la época virreinal. Su sabor profundo y aroma a campo lo convierten en una de las joyas culinarias más representativas de Querétaro.

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Atole de teja – Ezequiel Montes y Bernal

El atole de teja es una de las bebidas más emblemáticas del semidesierto queretano. Su nombre proviene de la “teja”, como se le conoce localmente a la semilla del girasol, que se tuesta y muele para darle al atole su sabor característico: ligeramente tostado, dulce y con notas de nuez.

Se prepara mezclando la teja molida con masa de maíz, agua, piloncillo y canela, y se cocina lentamente hasta obtener una consistencia espesa y cremosa. Esta bebida es tradicional de los municipios de Ezequiel Montes y Bernal, donde suele servirse durante las festividades patronales o las frías mañanas de invierno.

En Bernal, se puede disfrutar acompañando un pan de queso o una empanada dulce en los puestos cercanos al monolito. Además de su sabor reconfortante, el atole de teja es un ejemplo del aprovechamiento de los ingredientes locales del campo queretano, transformados con sencillez y creatividad.

Su preparación conserva técnicas indígenas ancestrales, y su consumo es símbolo de convivencia familiar. Es, sin duda, una bebida que representa la calidez y tradición de los pueblos del semidesierto queretano.

Nopal en penca – Tequisquiapan

El nopal en penca es un platillo distintivo del centro del país, pero en Querétaro, particularmente en Tequisquiapan, adquiere una identidad propia.

La receta consiste en rellenar una penca de nopal grande (la hoja del maguey o del propio nopal) con una mezcla de ingredientes que puede incluir nopales tiernos, jitomate, cebolla, chile, queso fresco, longaniza o carne seca.

Luego, la penca se cierra y se asa directamente sobre las brasas, lo que permite que los sabores se fundan y que el aroma ahumado impregne todo el guiso.

Este método de cocción refleja las raíces rurales del estado y el respeto por las técnicas tradicionales de cocinado al aire libre. En Tequisquiapan, se ofrece en restaurantes de cocina regional como Viña TX o en las fondas del mercado principal.

Además, suele formar parte de los festivales gastronómicos y vitivinícolas que se realizan en la región, acompañándose con vino blanco o rosado local.

El nopal en penca es un platillo que encarna la conexión entre el paisaje semidesértico y la creatividad culinaria queretana, mostrando cómo ingredientes humildes pueden convertirse en una verdadera delicia artesanal.

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