El Gobierno del Estado, por medio de Fomento y Desarrollo Artesanal del Estado de Chihuahua (Fodarch), celebró la destacada participación de artesanas rarámuri en la L Edición del Concurso Gran Premio Nacional de Arte Popular 2025, donde por primera vez el estado logró varios reconocimientos.
Con la intención de apoyar el talento de las artesanas chihuahuenses, Fodarch envió el pasado 5 de septiembre las piezas que representarían al estado en este importante certamen.
Tras la deliberación del jurado, realizada el 22 de septiembre de 2025, se anunció que cinco artesanas rarámuri resultaron ganadoras, hecho histórico al ser la primera vez que Chihuahua obtiene premios en diversas categorías, compitiendo con estados de gran tradición artesanal como Chiapas y Oaxaca.
Entre las ganadoras sobresale María Serafina Rico José, originaria de Baquiriachi, Carichí, quien recibió el Galardón Presidencial, el máximo reconocimiento del concurso, junto con un premio de 127 mil pesos por su pieza “Guare con tapa”, elaborada en palma tejida.
También fue reconocida Diana Lucinda Largo Sitanachi, de Rejogochi, Guachochi, quien obtuvo el Premio Especial a la Mejor Obra de Innovación con Tradición, con un monto de 42 mil pesos gracias a su tapete de lana artesanal tejido en telar de cintura y teñido con pigmentos naturales, una obra que une técnicas ancestrales con un toque moderno.
Por su parte, Griselda Crucita Chacarito Mendoza, de Guachochi, Bocoyna, ganó el primer lugar en la categoría de Textiles, subcategoría Trajes tradicionales completos, con un premio de 25 mil pesos por su “Vestido Muki”, formado por falda, blusa y chal o jorongo de algodón, acompañado de una faja de estambre tejida en telar de cintura.
En la categoría de Instrumentos musicales, Juana Valenzuela Quintero, de San Alonso, Urique, obtuvo el segundo lugar y un premio de 20 mil pesos por sus Chanebares o Chayewares, hechos con capullos de mariposa cosidos en tela que se atan a los pies para danzar durante celebraciones tradicionales.
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Finalmente, Martha Rosa Sebastián Sobrino, de Gonogochi, Bocoyna, fue reconocida con el segundo lugar en la categoría de Talabartería. Aunque inicialmente el jurado había declarado el premio desierto, la calidad de su obra mereció la distinción. Su pieza, una vajilla de barro pintada a mano con engobes, destacó por su precisión técnica y su belleza artesanal.
Este logro representa un hecho sin precedentes para el arte popular de Chihuahua, reflejando la riqueza cultural, la creatividad y la habilidad de las mujeres rarámuri que mantienen vivas las tradiciones de su pueblo mientras las transforman con su propio talento.




