Lejos del turismo masivo, Costalegre se presenta como un corredor lleno de experiencias auténticas, donde el mar, la selva y las comunidades locales se mezclan para ofrecer un turismo responsable y exclusivo. Este litoral jalisciense permite a los visitantes relajarse, conectar con la naturaleza y apoyar directamente a quienes viven en la zona.

Más allá de Careyes y Cuixmala, Costalegre guarda playas poco conocidas que invitan a explorar paisajes intactos y disfrutar de vivencias auténticas. Estas son cinco playas que no se pueden perder.

En Tehuamixtle, llamada la “capital de los ostiones”, los viajeros pueden nadar en aguas transparentes, probar mariscos frescos de cooperativas locales y observar delfines, mantarrayas y tortugas marinas. Al norte, Los Morros son uno de los lugares más impresionantes: un paraíso para buceo y pesca, con un barco hundido que hace la inmersión aún más emocionante. Para prolongar la visita, el Hotel Boutique Acantilado es ideal: pocas habitaciones, atención personalizada y comida basada en productos frescos de la región. Es perfecto para quienes buscan desconectarse y disfrutar la naturaleza sin perder comodidad.

Melaque mantiene su encanto auténtico con playas para nadar, hacer skimboard, kayak o pasear por el malecón al atardecer. El mirador Punta Melaque ofrece vistas espectaculares de la bahía. Hospedarse en bungalows como Las Hamacas, Hotel Vista Hermosa, Villas Camino del Mar o el Hotel Club Náutico Dorado permite vivir la esencia del lugar y disfrutar plenamente de la experiencia.

Más playas secretas de Costalegre

En Punta Pérula, los visitantes pueden recorrer islas cercanas en lancha, practicar snorkel y observar tortugas y ballenas según la temporada. Al anochecer, el vuelo de murciélagos sobre la bahía convierte el atardecer en un espectáculo único. Para hospedarse de manera ecofriendly, Villas Nawales y Camping Yemaya reflejan el espíritu del lugar: alojamientos sostenibles, íntimos y en contacto directo con la naturaleza. Villas Nawales ofrece confort y vistas privilegiadas, mientras que Camping Yemaya permite dormir bajo las estrellas y despertar con el sonido del mar.

Las Ánimas es un secreto bien guardado, perfecto para caminar por la arena dorada, acampar responsablemente y contemplar un cielo estrellado libre de contaminación lumínica. Proyectos locales ofrecen experiencias de educación ambiental que acercan a los visitantes a la riqueza natural. Para quedarse cerca, Hotelito Mío es un refugio boutique que prioriza privacidad y contacto con la naturaleza. Sus cabañas y suites se integran al paisaje, con comodidad, gastronomía de autor y un ambiente íntimo que convierte la estadía en bienestar y desconexión total.

Para cerrar

Boca de Iguanas combina mar, manglares y ríos, creando un ecosistema único para practicar kayak, avistamiento de aves y explorar senderos naturales. Entre octubre y marzo, se realizan programas de conservación de tortugas marinas, donde los visitantes pueden ayudar en monitoreo, desove y liberación de crías. El Hotel Chantli Mare ofrece alojamiento cómodo y respetuoso con el entorno, ideal para vivir plenamente este refugio natural.

Costalegre no es solo un lugar para vacacionar; es un espacio para sentir, explorar y aprender. Sus playas secretas y comunidades invitan a vivir experiencias únicas, desde ver especies marinas hasta conocer tradiciones pesqueras y proyectos de conservación.

Te recomendamos:

Costalegre, destino íntimo para vivir el amor en el Pacífico

Costalegre, en la costa sur de Jalisco, combina playas vírgenes, montañas y sabores únicos, creando el escenario perfecto para bodas y viajes inolvidables

Cada visita es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, disfrutar paisajes vírgenes y dejar una huella positiva. Este corredor jalisciense demuestra que el lujo verdadero está en la autenticidad, la calma y la riqueza natural y cultural que ofrece a quienes se atreven a descubrirlo.

Si quieres conocer más de México lee nuestra revista mensual y suscríbete a nuestro canal de YouTube: