El Glamping en Yucatán:
Yucatán se ha convertido en un refugio vibrante donde el tiempo camina despacio y la tradición se mezcla con el diseño contemporáneo.
Su luz cálida, su seguridad y su cercanía con cenotes, zonas arqueológicas y playas como Progreso, la hacen ideal para una escapada que combina cultura, descanso y autenticidad.
En esta ciudad que respira historia y creatividad, existen alojamientos que ofrecen mucho más que un lugar donde dormir: son espacios que cuentan historias, despiertan los sentidos y dialogan con el entorno. Aquí, cuatro formas distintas de habitar Mérida.
Cigno Hotel Boutique
En el corazón del Barrio de la Ermita, Cigno es un hotel boutique que honra la historia sin renunciar al presente. Instalado en una casona del siglo XIX restaurada con elegancia y conciencia, sus muros de chukum, mosaicos originales y maderas tropicales hablan de un Yucatán profundo y refinado. Con apenas 10 habitaciones, la intimidad se respira en cada rincón.
Cigno ha sido galardonado con una llave Michelin, y su restaurante, Cocina Vidente, reinterpreta la cocina local con productos frescos y sazones atrevidos. En el Aljibe, su cava subterránea, los espirituosos se disfrutan entre susurros de piedra y silencio.
Más allá de lo tangible, Cigno ofrece experiencias inmersivas: nadar en cenotes ocultos, cocinar con comunidades mayas o recorrer la ciudad en bicicleta. Es un alojamiento que se siente como una conversación pausada con Mérida, donde cada detalle invita a mirar con otros ojos y habitar con elegancia.
Con precio por noche para dos personas desde $3063 pesos


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Kahal Hotel – Glamping en Yucatán
En el Paseo de Montejo —la avenida más señorial de Mérida—, Kahal se alza como un tributo a la elegancia atemporal. Su nombre, que evoca comunidad y encuentro, se materializa en una casona restaurada con un equilibrio perfecto entre historia y diseño contemporáneo. Piedra caliza, techos altos, madera de tzalam y chukum se funden con una estética sobria que respira los colores del henequén.
Las 12 habitaciones de Kahal invitan al descanso sereno, mientras su rooftop con jacuzzis ofrece vistas íntimas del cielo yucateco. Aquí, la hospitalidad es un arte sensorial: cada espacio está pensado para bajar el ritmo y reconectar con lo esencial.
La propuesta de mixología del hotel es un viaje en sí misma: cócteles de autor con ingredientes locales que reinterpretan sabores ancestrales. Las catas de mezcal y chocolate, junto con su exposición fotográfica sobre Yucatán, suman profundidad a la experiencia.
Kahal no es solo un lugar donde hospedarse, sino un espacio para observar, sentir y dejarse transformar por la quietud elegante de Mérida. Es perfecto para quienes buscan belleza sin estridencias, conexión sin artificios y una inmersión auténtica en el alma yucateca.
Con precio por noche para dos personas desde $2,222 pesos


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Casa Amate 61
En el barrio de Mejorada, donde Mérida vibra con alma creativa y ritmo pausado, Casa Amate 61 se presenta como un oasis de diseño, comunidad y expresión. Este hostel de lujo reimagina el movimiento Art Déco con materiales yucatecos: petatillo, bambú ecológico, tzalam y textiles artesanales que visten cada rincón con sensibilidad contemporánea y color local.
Aquí, el lujo no se mide en mármol ni en silencio, sino en experiencias compartidas. El rooftop con alberca y bar es un punto de encuentro donde viajeros de todo el mundo conversan entre luces cálidas y cielos estrellados. Sus habitaciones, ya sean compartidas o suites privadas, mantienen una estética coherente que celebra la geometría, la calidez y la autenticidad.
Casa Amate 61 es también un centro cultural vivo: talleres de yoga, pintura, barre y arte se entrelazan con tardes de café, risas y descubrimiento. El Day Pass permite a locales y visitantes habitar este espacio sin necesidad de hospedarse, y convertirlo en refugio diario o parada creativa.
En Casa Amate 61, Mérida se siente cercana, libre y viva. Es un lugar para quienes viajan con el corazón abierto, donde el descanso se transforma en experiencia y el diseño en conexión.
Con precio por noche para dos personas desde $1,597 pesos


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Casa Amate 62 – Glamping en Yucatán
A unas cuadras de su espacio hermano, sobre la calle 62 y cerca del barrio de Santa Ana, Casa Amate 62 despliega una versión más introspectiva del universo creativo de Amate. Aquí, el diseño se vuelve susurro y la arquitectura un lenguaje de serenidad: tonos azules de chukum, celosías que filtran la luz, arcos que abrazan el paso del tiempo. Cada línea está pensada para inducir calma.
Este alojamiento boutique es un diálogo entre lo estético y lo esencial. La alberca de carril con jacuzzi divide con armonía las áreas de descanso: habitaciones privadas en planta baja y suites silenciosas en planta alta, todas conectadas por una escalera de caracol que parece flotar en el espacio.
La experiencia se completa con rincones compartidos que invitan a la contemplación: una panadería con balcón, una cocina abierta donde fluye la conversación, zona de cine al aire libre, barra exterior y un rooftop diseñado para talleres wellness y atardeceres tranquilos.
Casa Amate 62 es una casa del alma: íntima, serena, estética. Ideal para quienes viajan con la intención de reconectar con lo simple, con lo bello y con esa versión de uno mismo que solo aparece cuando todo se desacelera.
Con precio por noche para dos personas desde $1,597 pesos


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Mérida
Mérida no es solo un destino, sino un encuentro profundo con la historia, la cultura y la calidez que habita en cada esquina.
Estos cuatro alojamientos —Cigno, Kahal, Casa Amate 61 y Casa Amate 62— son mucho más que espacios para descansar; son refugios donde la esencia yucateca se revela en cada detalle, donde el diseño conversa con la tradición y el alma se abre a nuevas experiencias.
Elegir uno es dejarse envolver por la magia de Mérida, una ciudad que invita a habitarla con calma, sentido y autenticidad, un lugar para todos los viajeros que buscan no solo un lugar donde dormir, sino una historia que contar.
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