En León, Guanajuato, cuatro barrios históricos cuentan historias únicas que reflejan el crecimiento, las costumbres y el carácter de esta ciudad dinámica. El Coecillo, Santiago, Barrio Arriba y San Juan de Dios destacan como lugares llenos de vida, tradición y cultura, ideales para explorarlos.
El Coecillo: Tradición y artesanía
Con 448 años de historia, El Coecillo es el barrio más antiguo de León y un símbolo de su industria zapatera. Sus calles albergan zapaterías tradicionales y coloridos puestos de comida típica, mientras que la parroquia de Purísima del Coecillo y el Templo de San Francisco de Asís se convierten en puntos clave de eventos religiosos. Este barrio no solo preserva sus raíces, sino que también es el alma industrial de la ciudad.
Barrio de Santiago: Fiestas y cine
Fundado en 1550, el Barrio de Santiago honra a Santiago Apóstol y es famoso por su conexión con la lucha libre y el cine. Aquí nació la Quema de Judas, una festividad que desde 1825 llena de color la cuaresma con figuras explosivas, música y baile. También es hogar de íconos como la Arena Isabel y el Cine Isabel, que marcaron épocas en la cultura leonesa.
Barrio Arriba: Curtiduría y vida comunitaria
Conocido inicialmente como La Canal, este barrio fue fundado en 1597 y se convirtió en el corazón de la industria curtidora, pieza clave para el desarrollo económico de León. En sus calles, los murales, las panaderías y los puestos de comida crean una atmósfera vibrante. Su punto espiritual es el Templo del Señor de la Salud, uno de los más antiguos de la ciudad, que refuerza el sentido de comunidad.
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San Juan de Dios: Sabor y tradición
San Juan de Dios, con raíces que se remontan al siglo XVII, es famoso por su plaza central y las tradicionales nieves de Don Marcos, que deleitan a los visitantes desde hace más de un siglo. Aquí nació la emblemática Guacamaya, y su joya arquitectónica, el único templo churrigueresco de León, añade un toque histórico. Este templo, originalmente un hospital, fue construido por los frailes juaninos con apoyo del Rey Felipe II.
Estos barrios son una invitación a descubrir León desde su esencia: sus calles, templos y sabores son testigos vivos de su legado y modernidad.