El piloncillo es un endulzante tradicional de la gastronomía mexicana y aunque muchos no lo saben, se produce en la región Sur del estado de Jalisco. Así que, si adoras las cosas dulces, te invitamos a conocer más sobre este icónico producto que florece en las tierras tapatías.
En pocas palabras, el piloncillo es un endulzante artesanal que conquista el paladar, ya que es un tipo de azúcar que no se procesa y tiene un sabor similar a la melaza. Se prepara a partir del caldo, jarabe o jugo no destilado de la caña de azúcar. Es puro y no tiene aditivos.
En México, para producir una tonelada de piloncillo se requieren entre diez y doce toneladas de caña de azúcar.
Aunque las nuevas generaciones tal vez no estén familiarizadas con el tema, este dulce producto es un ingrediente muy demandado en todo el país y el estado, ya que se utiliza en la elaboración de dulces, galletas, buñuelos y panes de todo tipo. Además de ser usado como endulzante, el piloncillo funciona como especia y es empleado en la preparación de diversos platillos y bebidas (calientes y frías), como el mole, las capirotadas, empanadas, tamales y atoles, entre otros como los frutos cristalizados y en época navideña para el ponche.
En el proceso de elaboración que se realiza en nuestro país, se diferencian tres fases: Extracción del jugo de la caña, evaporación del jugo de la caña y moldeado del piloncillo.
Para la producción de piloncillo en Jalisco, destacan municipios como Pihuamo y Tuxpan, en los que, durante unas 20 semanas de molienda en los trapiches (molinos), se elaborarán unas 2 mil toneladas de este producto. La temporada de su elaboración concluye a fines de la primavera, poco antes del periodo de lluvias, así que esta es la mejor temporada para visitar la región y los municipios donde se elabora.
Tan solo en los últimos años, más del 20 por ciento de la producción estatal se exporta a los Estados Unidos. Así que ahora que sabes lo que es, cómo se elabora y en que puedes usarlo, date una vuelta por el estado de Jalisco y disfruta de este famoso producto artesanal.
¿Qué hacer en Pihuamo y Tuxpan?
En el municipio de Pihuamo hay muchas cosas que hacer y disfrutar, en cuanto a los monumentos históricos, en Pihuamo podrás contemplar la Iglesia de Santo Santiago Apóstol, la Capilla de Cristo Rey y la Capilla de la Hacienda el Naranjo. Por otro lado, en este municipio podrás adquirir artesanías, específicamente unas capas llamadas “chinas”, las cuales son hechas de palma y sirven para la lluvia.
Tuxpan emerge como un destino que brinda a sus visitantes una rica amalgama de cultura, arte y, especialmente, impresionantes bellezas naturales. Enmarcado por bosques que se extienden en el Saucillo, el Platanar, el Cerro Peña Colorada y el volcán de Colima, este lugar ofrece un escenario diverso para los amantes de la naturaleza. Cada uno de estos entornos proporciona la plataforma perfecta para actividades al aire libre, como senderismo, camping y rappel.
En particular, las barrancas de Analcinic y el manantial Tizatirla se posicionan como puntos de visita imperdibles en Tuxpan. Estos lugares no solo ofrecen experiencias únicas, sino que también capturan la esencia de la riqueza natural que define la región.