Fue un martes de noviembre del año en curso que llegamos a Tepoztlán —cuyo nombre significa “lugar del hacha de cobre”— por la mañana. Nada mejor que levantarse temprano para emprender un buen viaje y este no fue la excepción. Casa de los Artistas

Llegar a Tepoztlán revitaliza mis sentidos y me da paz porque me siento abrazada por los cerros que lo circundan, además de sus calles empedradas, coloridas fachadas y la calidez de su gente, definitivamente es el sitio ideal para una escapada perfecta de cualquier tipo, desde una salida con los amigos, una aventura familiar y una estadía más romántica con tu otra mitad hasta la celebración de ese evento especial.

Tu segundo hogar

Después de unos ricos chilaquilitos rojos con cecina, preparados por el chef Gabriel Hernández, conocimos esta propiedad llena de espacios verdes y árboles, donde un pavorreal se pavoneaba orgulloso de su plumaje. El ruido del viento moviendo las copas de los árboles que hacían que las hojas cayeran y el reflejo del sol en la alberca me hizo entrar de inmediato en un estado de calma, calidez y confianza.

Casa de los Artistas se divide en ocho áreas, nos explicó Fernando Díaz, gerente del lugar: jardín principal, sala de juntas, gimnasio, alberca, restaurante, capilla, cabina de masajes, estacionamiento y habitaciones (cuenta con diecinueve habitaciones, doce estándar (Tulipan), tres villas con cama matrimonial (Orquídea) y tres villas con cama Queen Size y una suite nupcial). Este lugar tiene una vista impresionante del cerro Chalchi, que está al lado del Tepozteco.

Fuimos conociendo las habitaciones, otra maravilla del complejo, primero la Estándar, con amenidades como cama queen size, televisión con cable, cafetera, clóset, cobertor, secadora —se pide en recepción— y baño con artículos de higiene de la marca L’Occitan.

La habitación número 20 cuenta con una terraza con vista al Cerro del Tepozteco y a la cascada artificial que encienden por las noches. En segundo lugar, recorrimos las Suites Villa, que contaban con las mismas amenidades que las primeras más dos camas matrimoniales, un tocador y una terraza.

Por último, llegamos a la Suite Nupcial, un poco más amplia y con las mismas amenidades que las anteriores, pero con cama King Size, además, al interior alberga una salita de estar, un tocador, un closet más grande y algunas esculturas que enriquecen su interior.

¿Qué más? Casa de los Artistas

Me gustaría destacar que las camas cuentan con decoraciones en los cojines y en las colchas sobrecama elaboradas por artesanos de la región que le dan un toque vívido y boho a cada habitación.

Sus espacios exteriores llenos de vegetación y coloridas flores invitan a la relajación total y ofrecen spots increíbles para tu evento, sobretodo la gigantesca acacia amarilla y la ceiba —árbol antiguamente venerado por las culturas prehispánicas— que se encuentran en el jardín principal, cuyo cupo máximo ha sido de 350 personas. Su capilla consagrada también se encuentra en esta área y tiene espacio para 35 personas, aproximadamente.

Casa de los Artistas es un lugar dog friendly que permite que tu peludo disfrute del entorno por 750 pesos por día y por mascota.

Por si fuera poco, este hotel boutique busca contribuir con el medio ambiente y utiliza paneles solares para climatizar el agua de la alberca, un sistema ecofriendly que enciende la luminaria nocturna y acaban de construir una planta tratadora de agua para utilizar el agua de lluvia para el riego de los jardines.

Otros proyectos en puerta son la construcción de un temazcal y de tres habitaciones más con jacuzzi, que esperan terminar a inicios del siguiente año.

El hotel ofrecerá una cena navideña y de Año Nuevo de tres tiempos con un costo desde los 1,200 pesos por persona.

Aventura en cuatrimoto

Además de aventurarse descubriendo y subiendo el Cerro del Tepozteco, hay otras opciones para los viajeros más arriesgados como yo: el recorrido por Tepoz en cuatrimotos.

Todo comenzó cuando me preguntaron si quería manejar un all terrain vehicle (ATV) y yo dije que sí, pero solo cuando me enfrenté a otros conductores en sus autos, peatones y la carretera doble sentido con curvas —con un trailer en el sentido contrario de frente— fue que me percaté de mi arriesgada decisión pues ni siquiera sé andar en bicicleta ni manejar un auto.

Sin embargo, Alberto Correa, el guía siempre estuvo pendiente de mí y del equipo, después de diez minutos de adrenalina, ya me sentía la patrona del camino, y cuando entré en el terreno natural, lleno de piedras, tierra, lodo, pasto y zanjas, ya había perdido el miedo. Llegamos hasta el mirador del Monte Castillo, desde donde pudimos apreciar el Tepozteco y el Cerro Chalchi.

Luego, regresamos y en varias bajadas empinadas, supongo que mi acompañante Karen deseó no haberse subido conmigo.

Puedes vivir esta aventura reservando o yendo directamente a Infotepoz, ubicado en Av. Revolución de 1910 no. 22, en Tepoztlán, Morelos, justo a un lado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Natividad.

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Después de —lo que llamaré— la aventura del año, pasamos por una nieve a Tepoznieves, famoso sitio por la variedad de sabores que manejan y por su colorida decoración.

¡Ven a hospedarte en la Casa de los Artistas y disfruta Tepoz!

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