Cerrar el modal de compartir

Compartir

Url copiada !
Ícono de carga

Ruta Al Aire Libre

Xochimilco, sincretismo mexicano

Xochimilco se caracteriza por sus paseos en trajinera, la fiesta, la música en vivo, la comida casera y sus mercados de flores

Por: Yolanda Enríquez Publicado: 12/03/2021


Xochimilco, sincretismo mexicano

Foto: Trajineras de brillantes colores- México Ruta Mágica

En este lugar increíbles islotes con arboladas forman sendas que parecen infinitas. Aproximadamente, 184 kilómetros de caminos de agua serpentean entre esos montículos de tierra en los que se cultiva flores y hortalizas, y le dan forma y vida a este pintoresco pedacito de México.

Xochimilco es un paraíso verde en medio de una urbe caótica: Ciudad de México, capital del país con más de 20 millones de habitantes. Aquí se encuentran los últimos vestigios de la vida prehispánica cotidiana. Sus chinampas son el corazón que late y bombea con fuerza y sus canales, las venas que nutren su existencia.

Desde el Centro Histórico de la metrópoli capitalina, llegamos a este “campo de flores” (Xochimilco, por su significado en náhuatl) en poco menos de 40 minutos. Luego de recorrer las calles de la alcaldía, una de las 16 que conforman la capital, llegamos al tradicional embarcadero Nativitas. El estacionamiento es amplio; además, la zona cuenta con mercado de artesanías y restaurantes.

Si quieres saber más de nuestros recorridos por México, no te pierdas el video de aniversario para conocernos un poco mejor:

Deleite para los sentidos

Una vez en el embarcadero, brillantes colores iluminan la vista. Decenas de trajineras se preparan en hilera para ser abordadas. Cada una con una larga mesa y sillas alrededor y, en la parte superior del arco frontal, nombres o frases: “María”, “Claudia”, “La Boni-ta” o “Amor de mis amores”.

Subimos a la “Lupita”, nuestra trajinera, y el viaje comienza. Don Toño es el responsable de guiar la travesía, evitar la gran cantidad de navíos con los que compartimos los canales y sorprendernos con su facilidad para maniobrar en estrechos pasajes.

Avanzamos despacio, a un ritmo que permite capturar toda la esencia de Xochimilco con la mirada, el oído y hasta el olfato. La relajante velocidad a la que navegamos nos da tiempo para platicar, tomar fotos, reír, comer, beber y celebrar la vida.

Xochimilco cuenta con trajineras con nombres

Foto: Trajineras con nombres y colores brillantes

Música y comida para el alma

Hay otras canoas más pequeñas que fungen de mercados flotantes. Sus ocupantes venden comida típica y casera, o bebidas preparadas. También hay músicos que ofrecen sus servicios “por canción”, “combo de canciones” o “por hora”; mariachi, norteñas, de banda, tríos e incluso marimba son algunos de los estilos musicales que más suenan en los canales.

Xochimilco es parte del alma mexicana y hay que gozar cada minuto en esta especie de Venecia en medio de un paraíso azteca.

Para comer, pedimos milanesas de pollo con frijol y verduras. Doña Rosy, a bordo de su propia lancha, saca de una hielera los ingredientes y en un comal que se calienta sobre las brasas vivas de un anafre, comienza a preparar nuestros alimentos. Tortillas “de mano” y salsas picantes complementan el banquete.

Otro vendedor se acerca a ofrecernos bebidas. Le compramos refrescos y algunas cervezas, lo necesario para seguir disfrutando del momento. No llevamos música propia pero escuchamos las melodías provenientes de trajineras vecinas.

La suavidad con que nuestra embarcación se desliza sobre el agua me hace sentir tanta paz que no quiero que acabe el recorrido, sin embargo, la hora contratada está a punto de expirar. Hábilmente, Don Toño da vuelta en U y regresamos al embarcadero para concluir el viaje.

Legado de la ingeniería mexica

Las chinampas son un sistema de cultivo y extensión territorial desarrolla do por los mexicas en la época prehispánica. Aunque se cree que la técnica, reconocida como Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), fue iniciada por los toltecas.

A simple vista, parecen un conjunto de islas rodeadas de manglares y caminos de agua. Pero su magia radica en que son estructuras hechas por el ser humano en zonas acuáticas. Son 100% sostenibles y tienen la firmeza suficientes para albergar cultivos, grandes árboles y ¡hasta viviendas! Son huertos flotantes construidos a base de tierra y la misma vegetación.

Actualmente, las chinampas de Xochimilco son las últimas y únicas del mundo. La producción de flores y alimento, como en su origen, sigue siendo una de sus principales funciones; de hecho, son consideradas por muchas personas uno de los elementos clave de la gastronomía de Ciudad de México.

Fiesta o naturaleza

Aunque Xochimilco es famoso por la fiesta y la algarabía, también puedes optar por un paseo ecológico, de ambiente tranquilo y contacto con la naturaleza. Los embarcaderos Fernando Celada, Cuemanco y Puente de Urrutia realizan recorridos por los canales de la Zona Natural Protegida. Aquí podrás avistar aves migratorias y flora endémica.

En las cercanías de estos embarcadero se encuentra el Mercado de Plantas y Flores Madreselva -hay cinco en esta zona de Ciudad de México, los otros cuatro son: Acuexcomatl, Palacio de la Flor, Cuemanco y Patri-monio Cultural de la Humanidad-, así como el Bosque de Nativitas.

No sólo flores y canales

Xochimilco inició sus recorridos turísticos en 1930, desde entonces ha recibido a miles de visitantes, tanto nacionales como extranjeros, que quedan maravillados por la perfección de la naturaleza en este lugar, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1987.

Durante tu recorrido en trajinera encontrarás pequeños santuarios dedicados a la preservación del ajolote mexicano, un anfibio cuyo hábitat natural es, precisamente, el Lago de Xochimilco. Sin embargo, por la contaminación e inserción de otras especies, como la carpa y la tilapia, actualmente se encuentra en peligro de extinción. Tomar un ecotour ofrecido por asociaciones que buscan preservar la especie es una forma de aportar tu granito de arena.

La Isla de las Muñecas

Otro sitio que provoca interés entre los turistas es la Isla de las Muñecas. Según la leyenda, hace varias décadas, una niña murió ahogada al enredarse entre los lirios que crecen en los canales de Xochimilco. Días después, su cuerpo fue encontrado por Don Julián, a orillas de sus chinampas.

Convencido de que el espíritu de la niña rondaba el lugar, colocó muñecas que recogía de la basura y de los mismos canales con la intención de alejarlo. Al paso del tiempo, el aspecto de estos juguetes se tornó espeluznante. Esta isla, abandonada tras el fallecimiento de Don Julián, fue rescatada en 1987 y ahora es un gran atractivo para quienes visitan Xochimilco. Si tienes tiempo, ¡visítala!

Xochimilco es un sitio de sincretismo entre la cultura prehispánica y el siglo XXI. Actualmente, es el único lugar que tiene una relación directa con la cotidianidad de nuestros ancestros que se mantiene “vivo”, a diferencia de las pirámides y zonas arqueológicas que, con todo y su esplendor, son testimonios inmóviles.

ícono de compartir
Compartir

Comentarios