Ubicado en el Cerro del Cubilete, uno de los más altos de Guanajuato, el Santuario de Cristo Rey es uno de los sitios religiosos más impresionantes de México y el mundo, sobre todo por la imponente escultura de bronce que representa a Jesucristo, de más de 20 metros de altura y un peso de 80 toneladas.
Además de los motivos de fe, la vista desde el lugar es maravillosa, y aunque se tiene que recorrer aproximadamente 28 kilómetros (alrededor de 30 minutos en automóvil, o en bus) desde Guanajuato hasta el sitio, disfrutar del paisaje desde aquí vale completamente la pena.
Cualquiera que sea la razón de cada persona, entre creyentes y turistas curiosos, cada día llegan cientos de visitantes para hacer alguna petición o agradecimiento a la milagrosa imagen, o bien, únicamente para conocer el recinto, segundo santuario más visitado de México, sólo detrás de la Basílica de Guadalupe.
Lucha por la fe
La actual escultura de Cristo Rey es “heredera” de otros monumentos cuya construcción, debido a la persecución religiosa que se vivió en México durante los años 1920 -situación que desembocó en la Guerra Cristera (1926-1929)-, jamás fue concluida.
La edificación del primer monumento al Sagrado Corazón de Jesús inició en 1920 con motivo del deseo que los obispos tenían, desde 1914, de contar con un lugar especial para pedir a Dios por la Paz en México, pero fue destruido.
Un segundo monumento comenzó a construirse en 1923, sin embargo, cinco años después fue dinamitado por órdenes del político y militar Plutarco Elías Calles, presidente del país de 1924 a 1928.
En 1942, cuando la situación originada por los conflictos religiosos ya estaba un poco más tranquila, el entonces obispo de León, Emeterio Valverde y Téllez, comenzó a promover la construcción de un nuevo monumento al Sagrado Corazón, con el nombre de “Monumento de las Nubes”.
La primera piedra del proyecto, a cargo de los arquitectos mexicanos Nicolás Mariscal y Piña , y José Carlos Ituarte González, así como del escultor Fidias Elizondo en la concepción de la escultura, se colocó el 11 de diciembre en 1944.
Figura con gran significado
Ese fue el Cristo con el que nos encontramos al visitar el Cerro del Cubilete, una figura que tiene un gran sentido teológico: ángeles sostienen dos coronas, una representa la realeza de Cristo y la otra, de espinas, el camino del martirio por el que se le reconoció como Rey y Señor del Universo.
Este recinto guarda algunos secretos que no puede apreciarse a simple vista, sin embargo, son relevantes, como el altar que se encuentra ubicado a la altura del corazón del gigantesco Cristo, donde puede celebrarse misa en ocasiones muy importantes.
Por supuesto que no podemos dejar pasar la capilla o basílica de adoración que se encuentra debajo del enorme monumento, la cual es parte fundamental del sitio, y aunque el lugar es pequeño si se compara con la figura de Cristo, por dentro es especial y enamora a todos sus asistentes.
La construcción de este espacio es esférica y simboliza al globo terráqueo, por dentro, una enorme corona de espinas cubre el perímetro del techo mientras que en el centro resalta el altar y una custodia monumental con piedras preciosas que resguarda al Santísimo Sacramento.
¿Qué más hay en el Cerro del Cubilete?
Seas creyente o no, la experiencia de visitar el santuario es muy placentera, desde este punto puedes apreciar una buena parte del Bajío guanajuatense, una vista única que cautiva a todo el que llega al punto más alto del Cerro del Cubilete.
El lugar también cuenta con un espacio para pernoctar, sin embargo, no es “turístico”, ya que está reservado para los fieles católicos que llegan a manifestar su fe desde diferentes estados de México e incluso de otros países.
Algunas personas, al no encontrar lugar, ocupan el corredor que rodea al atrio del santuario para dormir, ya sea en tiendas de campaña o únicamente protegidos con una manta o cobija.
Generalmente el sitio se encuentra lleno de visitantes, pero ello no representa un obstáculo para disfrutar de la belleza y magnificencia de este impresionante conjunto religioso.
En los alrededores del santuario es común encontrar gente de la comunidad vendiendo comida, dulces, café, artículos religiosos, souvenirs y hasta la foto del recuerdo.
Si estás pensando visitar el Cerro del Cubilete, te recomendamos hacerlo muy temprano para poder disfrutar del espectacular paisaje que rodea a este místico lugar, pero si tu intención es obtener las mejores fotos de la monumental figura, debes ir por la tarde, cuando el sol la ilumina de frente.