El Penacho de Moctezuma es una joya arqueológica del arte plumario precolombino, se cree que perteneció al emperador mexica Moctzuma II y está elaborada con más de 400 plumas de al menos cinco especies de aves, principalmente de quetzal; desde 1928 se encuentra en el Museo de Etnología de Viena, hoy Weltmuseum Wien (Museo del Mundo de Viena).
La historia de esta magnífica pieza en el Viejo Continente, de manera documentada, se remonta a finales del siglo XVI, específicamente a 1596, cuando aparece en la descripción de la sucesión hereditaria de Fernando II de Tirol, en la que se reconoce como un “sombrero morisco” con “…un pico todo de oro”, y allí, en Tirol, en el norte de los Alpes, permaneció hasta 1703.
En 1703 se registra su llegada a Austria donde, trece años más tarde, el arqueólogo austriaco Eduard von Sacken atribuye a México el origen del suntuoso tocado y en 1928, al inaugurarse el Museo de Etnología de Viena, se incorpora a la colección de ese espacio en el que, desde 2017, cuando el museo cambió de nombre y reabrió sus puertas, es la pieza principal de las colecciones del continente americano. Actualmente, el penacho está valuado en 50 millones de dólares.
Histórico reclamo
Los antecedentes acerca de su origen y su llegada a Europa no son claros; de hecho, no está plenamente comprobado que haya pertenecido a Moctezuma II o, como lo sugieren otras versiones, que haya sido parte de los regalos que, desde tierras mesoamericanas, se envió a Carlos I, Rey de España. Muchas personas lo ven como un tesoro robado durante los saqueos de los conquistadores hispanos al palacio del tlatoani mexica.
Esta última versión ha provocado que, en cuatro ocasiones, el Gobierno de México haya reclamado a Austria la devolución del penacho. La primera de ellas fue en 1991, pero aquella vez no hubo respuesta por parte del país europeo; en 1996, el presidente austriaco en ese entonces, Thomas Klestil, propuso la restitución del tocado, la cual jamás se concretó.
Posteriormente, durante una visita a Austria en 2005, el expresidente de México Vicente Fox puso el tema sobre la mesa, pero no hubo acuerdo alguno para la repatriación; en 2011 la diplomacia mexicana propuso un intercambio temporal de la pieza arqueológica por la carroza dorada del emperador Maximiliano de Habsburgo exhibida en el Castillo de Chapultepec, que tampoco fructificó.
La más reciente
Ahora, con motivo de los festejos del Bicentenario de la Independencia en 2021, el Gobierno de México ha emprendido una gira en Europa para solicitar, en préstamo, diversos objetos y códices pertenecientes a la época prehispánica, entre las cuales destaca, por supuesto, el famoso Penacho de Moctezuma, sin embargo, por el frágil estado en que se encuentra la pieza, su traslado se considera poco menos que imposible.
El mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que este traslado es “casi imposible”, pero por otras razones: “se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Frágil estado
La delicadeza de los materiales con los que fue elaborado el penacho, principalmente las plumas, y el paso de los años han derivado en un enorme deterioro, comprobado por diversos estudios científicos, debido al cual es prácticamente imposible su traslado por cualquier vía: terrestre, marítima o aérea.
“En un traslado las vibraciones aumentarían terriblemente y provocarían que las barbas de las plumas se desprendieran de su cañón. También provocarían que el filo de los discos de oro al moverse cortaran las plumas color café”, declaró en 2014 María Olvido Moreno, conservadora y restauradora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, al diario español El País.
A lo largo de su historia, el penacho ha sido objeto de dos restauraciones. La primera de ellas ocurrió en 1878, cuando se reemplazaron algunas piezas de oro por latón, se añadió pequeñas plumas en la parte inferior y se realizó un control de plagas y aun cuando la intervención “no fue la ideal”, dijo María Olvido Moreno a El País, “si no se hubiera hecho (esa) restauración… hoy no tendríamos penacho”.
La restauración más reciente tuvo lugar entre enero de 2010 y noviembre de 2012, cuando la propia Moreno, por parte de México, y Melanie Ruth Korn, maestra en conservación-restauración por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín (Alemania), por parte de Austria, encabezaron una delegación binacional para estudiar a fondo la estructura de la pieza arqueológica e intervenirla nuevamente, de manera meticulosa, un trabajo que rindió frutos al permitir exhibir nuevamente el penacho después de ocho años de permanecer almacenado.
Reliquias mexicanas
De acuerdo con varios antropólogos, hay aproximadamente 9,000 piezas arqueológicas que pertenecerían a México repartidas en diferentes museos del mundo y aunque se ha reclamado su regreso, no se ha llegado a un acuerdo con ningún museo.
Además del Penacho de Moctezuma, grandes joyas de la época precolombina en México son exhibidas en museos del extranjero. Estas son algunas de ellas:
Serpiente Azteca de Dos Cabezas
La Serpiente Azteca de Dos Cabezas es una de las piezas icónicas del Museo Británico de Londres. Está realizada en madera de cedro, turquesas y conchas de ostras rojas, se cree que este pectoral pudo ser utilizado en ritos y ceremonias.
Códice Borbónico
El Códice Borbónico forma parte de los llamados códices mexicas precolombinos. Elaborado en papel amate, el documento prehispánico consta de cuatro partes: la primera es un calendario adivinatorio de 260 días, conocido como tonalpohualli; en la segunda parte se puede observar la asociación de los nueve Señores de la Noche.
La tercera del códice es una relación de fiestas de los 18 meses de 20 días que conformaban el año azteca y la cuarta y última parte establece las fechas durante un periodo de 52 años.
Máscara de Tezcatlipoca
La Máscara de Tezcatlipoca es un cráneo humano convertido en ornamento para la espalda, está forrado con piel de ciervo y recubierto de turquesas. Los ojos están hechos de pirita pulida, rodeada de concha blanca, mientras que los orificios nasales se encuentran decorados con concha de ostra roja.
Diversas investigaciones sugieren que esta calavera representa a Tezcatlipoca, origen del poder y la felicidad. Este objeto arqueológico se encuentra actualmente en el Museo Británico de Londres.