Como una medida para integrarse al turismo pospandemia, fueron reintroducidos tapires, guacamayos, aguarás guazú, osos hormigueros, muitús, yaguareté, nutrias gigantes y otras especies autóctonas en riesgo de extinción en los Esteros del Iberá.

La finalidad de esta reintroducción de especies es restablecer el ambiente y preparar el avistamiento de fauna silvestre. Las especies ya no se encontraban en los Esteros debido a que tanto la caza furtiva como la introducción de especies exóticas (animales y vegetales) las extinguieron o desplazaron, también a pecaríes, venados de las pampas, ocelotes, pacas y la chuña de patas rojas.

Las 708 mil  hectáreas conformadas por los parques Provincial (550 mil) y Nacional (158 mil) Iberá, ambos en Corrientes, albergan pastizales, esteros, cañadas, lagunas, bosques húmedos y secos, selvas en galería y albardones, con una variada fauna, que fue atacada durante el último siglo por diversos factores.

La situación comenzó a revertirse en 1983, cuando 1.3 millones de hectáreas de ese sistema fueron declarados Reserva Provincial por Corrientes y dentro de ella, en 2009, se delimitó el Parque Provincial Iberá y, en 2016, sobre tierras donadas por la Fundación Rewilding Argentina, el Parque Nacional Iberá.

“La primera especie que liberamos fue el oso hormiguero gigante, en 2007, que después de estar extinto ahora ya hay unos 150 en cuatro poblaciones”, explicó Marisi López, integrante del ente mixto Comité Iberá.

La última liberación fue la de cinco guacamayos rojos, en junio pasado, con lo que ya tienen 15 reintroducidos, tras 100 años de su desaparición de los Esteros, comentó López, también coordinadora del Proyecto Iberá.

Finalmente, adelantó que la próxima liberación será la del yaguareté, cuyo proceso de adaptación está muy avanzado.