Arqueólogos del INAH y expertos internacionales identificaron los restos de un reptil y un felino
Investigadores que forman parte del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro, encontraron dos nuevas especies, un reptil y un felino, además de restos óseos de otras especies.
Con el hallazgo de estos ejemplares, suman ya 17 especies encontradas en Hoyo Negro, sitio ubicado en Tulum, Quintana Roo.
El proyecto Hoyo Negro fue creado y coordinado por la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, quien lo inició en 2011 junto a los doctores James C. Chatters y Dominique Risolo, y los buzos científicos Alberto Nava Blank y Roberto Chávez Arce.
La nuevas especies fueron encontradas gracias a la reconstrucción a través de modelos 3D de Hoyo Negro y del sistema de túneles que conducen al sitio, elaborados por los espeleobuzos Alberto Nava, Roberto Chávez, Alejandro Álvarez y Samuel Meacham.
De esta manera, los especialistas reconocieron a un reptil y un felino, ejemplares que elevan el número de especies, extintas y existentes, descubiertas hasta ahora y sobre los que se profundizará en el futuro cercano.
Durante 2019, también se recuperaron restos óseos de tigre dientes de sable, gonfoterio, tapir, pecarí, cánido y tlacuache.
Asimismo, se logró extraer esmalte de dientes de tres herbívoros gigantes: gonfoterio de tierras altas, y pecarí de collar; una estalagmita, fragmentos de carbón y guano de murciélago en el que se encontraron semillas de palma.
Por otro lado, la investigadora Helena Barba apuntó que en el futuro se buscará generar alianzas de investigación con más especialistas mexicanos y extranjeros.
La finalidad de dichas alianzas será ahondar en el entendimiento de los periodos Pleistoceno y Holoceno a escala global, y en la forma en la cual se insertaba Hoyo Negro en ese planeta prehistórico.
“La metodología científica y las técnicas arqueológicas subacuáticas desarrolladas en Hoyo Negro pueden replicarse en diferentes contextos cavernarios de la península, y realizar estudios comparativos entre diversos hallazgos, de la mano de encuentros entre especialistas”, señaló Helena Barba.
“Combinar las capacidades de los proyectos nos ayudará a conocer de forma regional el tipo de patrimonio que tenemos, su cronología, qué estatus guarda y cómo podemos protegerlo e investigarlo”, agregó la investigadora.