POR SU DELICIOSO SABOR Y PRACTICIDAD PARA COMERLO, HACE PARTE DE LA DIETA COTIDIANA DE MUCHAS PERSONAS EN MÉXICO

De norte a sur y de este a oeste del país, el tamal es uno de los elementos cotidianos de la dieta de muchos mexicanos desde la época prehispánica; su aspecto y sabor varían de acuerdo a cada región, más no su preparación e ingredientes.

La base de los tamales es la masa de maíz, la cual se rellena, tradicionalmente, con carne de pollo o cerdo y salsa picante, esta preparación se envuelve con hojas de maíz, de plátano, de aguacate o de maguey, o hasta con papel aluminio y se cuece al vapor.

Diversos estudios arqueológicos han revelado que el tamal era común en la alimentación de diversos grupos indígenas asentados en Mesoamérica y se cree que las culturas asentadas en esa región llevaron el maíz y forma de prepararlo a otros puntos del continente.

En su Historia general de las cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún describía a los tamales “como panes redondos hechos de maíz, ni bien rollizo ni bien redondos, que se llamaban pan de ayuno”, y de la misma obra se deduce que existían tres tipos de tamales: los que consumía la población en general, los destinados a los señores y los ceremoniales, que se ofrendaban a los dioses.

Desde aquellos tiempos se conserva este delicioso alimento tan común en el Día de la Candelaria (2 de febrero), cuando aquellas personas a las que “les salió el Niño” en la Rosca de Reyes deben invitar los tamales a aquellos con quienes partieron la rosca en la noche del 5 de enero.

Aun cuando existen tamales en otros países, es México el que cuenta con una mayor variedad de éstos: aproximadamente 500 tipos que conservan las características de su preparación original, y aquí te traemos algunos de los más conocidos:

DE VERDE, RAJAS Y MOLE

El más común de los tamales en Ciudad de México y estados aledaños como Puebla y Tlaxcala, como su nombre lo indica, están preparados con salsa verde, rajas generalmente rojas o mole poblano, y carne de pollo o cerdo, y envueltos en una hoja seca de maíz.

En esta categoría entran también los “tamales de dulce”, elaborados con la misma masa de maíz a la que se añade colorante artificial que les da un tono rosado y se rellenan con crema dulce y pasas. Muchas personas acostumbran meter estos tamales en pan blanco y a este emparedado se le conoce como “guajolota”.

CORUNDAS

La característica principal de estos tamales originarios del estado de Michoacán es su forma triangular. Esta preparación elaborada con masa de maíz y manteca de cerdo es bañada con una salsa frita de tomate con rajas chilaca y carne de cerdo, a la que se añade crema agria y queso fresco.

OAXAQUEÑOS

Esta por demás indicar la procedencia de estos deliciosos tamales cuya masa se rellena con pollo -a veces de cerdo- y mole negro, y se envuelve en hoja de plátano. Una preparación muy similar se realiza en Veracruz, estado donde existen más de 15 especies de plantas que se usan para envolver los tamales.

TAMALES DE ELOTE

Se preparan con maíz tierno, por lo que su consistencia es muy suave y su sabor, un tanto dulce. A diferencia de otros tamales del centro de México, estos son envueltos con una tierna y verde hoja de elote, que se ata con un listón extraído de esa misma hoja.

TAMALES SONORENSES

Además de la carne de pollo o cerdo, común en muchos tamales, los tamales sonorenses también se rellenan con aceitunas, frijol, papa, verdura, elote y salsa roja picante, que llega a “teñir” a la hoja de maíz con se envuelven. Son más delgados que otros tamales.

ZACAHUIL

El rey de los tamales en México, por su gran tamaño, 1.50 metros o más, y su peso, de aproximadamente 60 kilos. Es típico de la Huasteca Potosina y de la sierra del estado de Hidalgo, y se cuece en un horno de barbacoa con pencas de maguey durante toda una noche.

 

¿Conoces otros tipos de tamal? ¡Dinos cuáles!