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Ruta A Pie

Parque Museo de La Venta, una selva en medio de la ciudad

Por: Raúl R. de la Rosa Publicado: 14/06/2018


Parque Museo de La Venta, una selva en medio de la ciudad

Foto: México Ruta Mágica

EN PLENO CENTRO DE VILLAHERMOSA LOS VISITANTES PUEDEN APRECIAR DIVERSAS MANIFESTACIONES ESCULTÓRICAS DE LA CULTURA OLMECA

Inspirado por la ilustración de una magnífica máscara de jade y la cabeza colosal tallada en el mismo estilo descubierta por José María Melgar y Serrano en 1862, en Hueyapan de Ocampo, Veracruz, cuyos rasgos no correspondían a ninguna de las culturas precolombinas conocidas hasta entonces, el antropólogo y arqueólogo estadounidense Matthew W. Stirling emprendió un viaje a tierras mexicanas con la única intención de ver, con sus propios ojos, la monumental escultura.

En el corazón de Villahermosa existe un sitio que guarda uno de los tesoros más grandes de la cultura prehispánica de México, el Parque Museo de La Venta, donde los visitantes pueden apreciar diversas manifestaciones escultóricas de la cultura Olmeca, entre las que destacan, por supuesto, las famosas cabezas monumentales que Matthew W. Stirling buscó con tanto ahínco.

Desde la entrada del parque se aprecia la profusa vegetación de la selva y uno no puede sino imaginar las vicisitudes que debió enfrentar Stirling cuando, terminando enero de 1938, emprendió un recorrido de más de diez horas a caballo que lo llevó, entre mosquitos y los ruidos de la selva de Tlacotalpan a Hueyapan de Ocampo, en Veracruz, donde el primer día de febrero de aquel año pudo por fin contemplar la colosal cabeza olmeca que, aun semienterrada, superó todas las expectativas que se había creado desde que supo de su existencia.

Los primeros pasos en el Parque Museo de La Venta conducen a una sala en donde, a través de la reproducción de diversas esculturas, utensilios de piedra —algunos de éstos originales— y maquetas, con sus respectivos textos explicativos, se ofrece al visitante un panorama completo de la historia, costumbres, tradiciones y la cosmovisión de “los pobladores de la tierra del hule”, es decir, de los Olmecas.

Olmecas quiere decir: “los pobladores de la tierra del hule”

La de Hueyapan sólo fue la primera de las cabezas que Matthew W. Stirling encontraría a lo largo de una serie de expediciones en la Costa del Golfo entre los años de 1938 y 1946. Gracias a las fotografías que hizo de esa primera cabeza, así como de otras esculturas y evidencias de la “nueva” cultura -hasta ese entonces la civilización Olmeca no había sido descubierta-, pudo conseguir en Washington apoyo financiero para continuar su aventura, ahora en Tres Zapotes, también en Veracruz.

CARLOS PELLICER CÁMARA, CREADOR DEL MUSEO

Después de la primera sala, el recorrido por el Parque Museo de La Venta continúa por unos senderos bien delimitados que conducen a diferentes esculturas de la cultura Olmeca. Pero antes de encontrar cualquier vestigio prehispánico, frente a una ceiba de más de 40 metros de altura se encuentra un busto dedicado a Carlos Pellicer Cámara, “Poeta de América” y creador del museo, el cual fue inaugurado el 4 de marzo de 1958.

Pellicer Cámara nació en Villahermosa (en aquel entonces San Juan Bautista), Tabasco, el 16 de enero de 1897, fue un prolífico poeta que destacó entre el Grupo de los Contemporáneos; su vivo interés por la Arqueología lo condujo a especializarse en Museografía y, además del de La Venta, fue creador del Museo de Frida Kahlo en Ciudad de México y del Museo Anahuacalli de arte prehispánico, con el muralista Diego Rivera, también en la capital del país.

El “Poeta de América”, nombrado miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1933, Premio Nacional de Literatura en 1964 y elegido Senador de la República por Tabasco en 1976, falleció en Ciudad de México el 16 de febrero de 1977, a la edad de 80 años.

EL DESCUBRIMIENTO DE UNA NUEVA CIVILIZACIÓN

Durante su segunda incursión en Tres Zapotes, Matthew W. Stirling encontraría la cabeza que el cartógrafo y antropólogo danés Frans Blom y el arqueólogo y etnólogo estadounidense Oliver La Farge habían descubierto en 1925, pero a la que Blom, como al resto de vestigios avistados, atribuiría “una marcada influencia maya, si no elaborados por los mayas mismos”*; un error comprensible, ya que en aquel entonces el estudio de la cultura Maya tenía apenas cincuenta años y de la existencia de los Olmecas no había ni la sospecha.

En el texto Tribus y Templos, de Blom y La Farge, durante sus exploraciones de 1925, el primero describe a La Venta como “un lugar de muchas sorpresas” y advertía que “se tendrán que hacer muchas investigaciones para definir a qué parte de nuestras culturas pertenece esta antigua ciudad”*. En 1940, de Tres Zapotes, Matthew W. Stirling se dirige a Tonalá y posteriormente llega a La Venta, acompañado por su esposa Marion, el arqueólogo Philip Drucker y el fotógrafo Richard Stewart.

En aquel año realizó varias excavaciones y encontró cuatro de las colosales cabezas olmecas, la más grande de 2.41 metros. A causa de la Segunda Guerra Mundial, Stirling no regresó a La Venta sino hasta 1942 y en aquella ocasión encontró un sarcófago con un jaguar tallado y una tumba con columnas de basalto, con ofrendas de jade. Con el hallazgo de quince grandes esculturas de basalto, en Veracruz, el arqueólogo estadounidense concluyó sus trabajos y dio pie al descubrimiento de la, hasta ese entonces desconocida, civilización Olmeca.

* México, el exilio bien temperado
HANFFSTENGEL, Renata Von y Cecilia Tercero Vasconcelos
México, 1995. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Interculturales Germano-Mexicanas, A. C., Instituto Goethe México

EL PARQUE MUSEO DE LA VENTA

El sitio donde se conservan y exhiben 33 esculturas de la cultura Olmeca en Villahermosa tiene una extensión de ocho hectáreas. Las esculturas están divididas en altares, estelas y cabezas colosales, y gracias a muchas de ellas, inconclusas, se aprecia el magnífico trabajo que realizaban los escultores olmecas.

Además de las esculturas, el parque tiene un área zoológica con especies pertenecientes a la región, como el mono aullador —algunos de ellos en libertad—, el grisón, el mapache, tortugas, cocodrilos, aves como la guacamaya roja, la chachalaca, la cojolita y hasta un pavo real.

Ubicación: Boulevard Adolfo Ruiz Cortines S/N, Villahermosa, Tabasco Ver mapa
Costo de acceso: Nacional 34 pesos, extranjeros 40 pesos, estudiantes 10 pesos
Servicios:

  • Sala de usos múltiples
  • Área de consulta
  • Información turística
  • Tienda de recuerdos
  • Cafetería con palapas
  • Sanitarios
  • Estacionamiento

Horario: Lunes a domingo de 8:00 a 16:00 horas
Espectáculo de luz y sonido: Martes a domingo con funciones de 20:00, 21:00 y 22:00 horas. Costo: Nacional 75 pesos, extranjeros 100 pesos, estudiantes 50 pesos

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