Dicen que en la vida hay que hacer tres cosas: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
Yo todavía no he plantado árboles ni tengo hijos, pero este año logré hacer algo que para mí tiene un peso enorme: escribí mi primer libro: TURISMO para NO turisteros
Y aunque en esta columna rara vez hablo de mí o de mis logros personales, hoy voy a hacer una excepción. No por presunción, sino porque este libro tiene todo que ver con el turismo. Y porque estoy convencido de que puede ser útil para muchos que, como yo, alguna vez se sintieron fuera de lugar en este mundo de agencias, ferias, hoteles y códigos que a veces parecen diseñados para pocos.
Foto de Benjamin Voros en Unsplash
El libro no es un manual académico, ni un texto especializado. Es, más bien, una conversación. Una plática honesta con quien alguna vez sintió que le gustaba el turismo, pero no sabía por dónde empezar. Lo escribí porque yo también llegué por accidente. Porque me tocó fingir que entendía conceptos que luego tuve que ir a buscar en Google. Porque entré al turismo sin haberlo estudiado y, aún así, terminé fundando una agencia, especializándome, dando clases, coordinando campañas, vendiendo experiencias, y ahora, escribiendo sobre todo eso.
Lo que quiero es que este libro sirva. Que sea una guía para quien necesita entender el turismo desde cero, sin sentirse menos. Que provoque preguntas, conversaciones y sobre todo acción. Porque creo firmemente que el turismo no es un club cerrado. Al contrario: es una casa de puertas abiertas para quien entra con vocación, con sensibilidad y con ideas nuevas.
Foto de Benjamin Voros en Unsplash
Turismo para NO turisteros es una especie de brújula. Una forma de contar lo que me habría gustado saber cuando empecé. Y si con él logro que alguien se anime a entrar, a crear, a cuestionar o a quedarse… entonces todo valió la pena.
Ya está disponible en Amazon, en versión digital, pasta blanda y pasta dura.
Gracias por dejarme compartir este primer gran paso contigo. Las otras dos cosas de la lista —el árbol y el hijo— ya llegarán cuando tengan que llegar. Por lo pronto, este libro ya está aquí. Y ojalá te acompañe en el viaje.