En la columna pasada les compartía mi experiencia en el túnel recientemente hallado debajo del Templo de la Serpiente Emplumada conocido como “Proyecto Tlalocan” o “El Inframundo”, el cual permaneció sellado por 1,800 años antes de su descubrimiento por al arqueólogo Sergio Gómez del INAH.
Antes de descender, primero hay que equiparse con cofias, cascos y rodilleras en preparación. Enseguida, se recorren dos tipos de escalinatas, las primeras que parecieran de un edificio de tres pisos y las segundas, que son verticales empotradas a una pared (tipo marinero). Al terminar el descenso, se encuentra uno frente a la entrada del túnel conocido como el Inframundo.
Según explica el arqueólogo Gómez, en la cosmovisión prehispánica se concebía el ámbito celestial, el terrenal y el inframundo, siendo este último el lugar del origen y de la creación.
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Para iniciar el recorrido, se camina por un estrecho andamio en el que solo cabe una persona, por el que los arqueólogos e investigadores entran y salen del lugar cuando realizan su trabajo. Las piezas han sido cuidadosamente extraídas para su restauración y estudio, por lo que actualmente el túnel se encuentra vacío.
Existen partes del túnel con menos altura, siendo necesario agacharse e incluso llegar “a gatas” para acceder a la parte final, donde se encuentra una cámara en forma de cruz y la parte superior de la pared más remota, está alineada al eje central del Templo de la Serpiente Emplumada.
Foto de Thomas Gabernig en Unsplash
La parte superior de la cámara está impregnada de pirita con lo que los teotihuacanos representaron las estrellas del ámbito celestial. El suelo del lugar asimila a las montañas y los arqueólogos hallaron restos de mercurio con el que representaron el agua. En el lugar también se encontraron estatuillas de hombres y mujeres de la época, junto con miles de otras piezas.
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Resalta en importancia una de las mujeres vestida con huipil y el hombre de mucha menor estatura, parado a su lado desnudo, ambos mirando al final de la cámara en la parte alineada al eje central del Templo de la Serpiente Emplumada, la mujer simboliza mayor importancia debido a su capacidad de dar vida, siendo este precisamente el significado del Inframundo.
Me resulta difícil describir mi sentimiento al encontrarme en un lugar, en el que al menos hace 2,000 años los gobernantes y sacerdotes de la época realizaron ceremonias para investir a los representantes de las diversas culturas mesoamericanas que coincidieron en tiempo y espacio con los teotihuacanos, un lugar sagrado para dichas culturas, y sin duda, un hallazgo de suma importancia para la humanidad.