Los restaurantes en CDMX, donde la estética aesthetic no es solo una moda visual, sino una forma de habitar y narrar la ciudad, se han convertido en espacios que mezclan sabor, historia y diseño. En cada colonia, desde la Roma hasta la Doctores, surgen rincones que parecen sacados de una película: vajilla de peltre, lámparas retro, tipografías cursivas, flores secas y sillas desiguales que funcionan como parte del encanto.
Esta estética no solo embellece el espacio: transforma lo ordinario en experiencia. Una fonda con cortinas floreadas o un local con azulejos antiguos ahora comunica identidad, conecta con lo nostálgico y dialoga con una generación que busca más que solo comida.
Los restaurantes cuentan historias a través de sus platos y su diseño: la historia de la abuela que cocinaba en cazuelas de barro, del barrio que evoluciona, de una ciudad donde la cultura visual también se come.
En CDMX, comer se volvió una forma de ver, sentir y compartir. Y en ese contexto, los restaurantes no solo alimentan el cuerpo, sino también la memoria y el estilo. Porque aquí, la estética también es sabor.
Top restaurantes bonitos y aestetik
- Ling Ling
- Alaia
- Salazar
- Galanga Thai House
- Taverna
- Macarella
- Madre Café
- OXA
- Magda
- Casa Olympia
Ling Ling
En el piso 56 del Ritz-Carlton, Ling Ling es más que un restaurante asiático, es un viaje por sabores japoneses, tailandeses, vietnamitas y coreanos con alma cantonesa.
Su menú experimental de pequeños platos combina tradición y modernidad, con dumplings delicados y tataki que despiertan el paladar. Cada bocado es una exploración de textura y sabor, ideal para los que buscan una experiencia gastronómica diferente y sostenible.
Con un ambiente elegante y vistas panorámicas sobre Paseo de la Reforma, el lugar invita a una velada especial. Los costos están entre $1,200 y $1,800 por persona, reflejando la calidad de cada ingrediente y la precisión de su cocina.
Aquí, comer es también contemplar la ciudad desde las alturas, mientras la cultura asiática se reinventa con toque mexicano. Ling Ling es la promesa de una noche inolvidable donde sabor y diseño se funden en perfecta armonía.
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Alaia
Alaia, en Tizapán San Ángel, es un refugio mediterráneo donde la luz natural y la vegetación abrazan una propuesta culinaria fresca y de temporada. Sus platillos —pescado al horno, ratatouille y ensaladas frescas— son un homenaje al mar y a la tierra, siempre con ingredientes en su punto justo. La terraza amplia, techos altos y azulejos artesanales crean un ambiente de calma y elegancia casual.
Ideal para una comida relajada desde $600 por persona, Alaia es un espacio donde cada detalle habla de armonía, desde los colores hasta la textura de cada plato. Su cocina celebra la temporalidad y el origen, invitándote a desconectar y disfrutar sin prisas. Alaia es ese pedacito mediterráneo que te transporta sin salir de la CDMX, perfecto para quienes valoran lo auténtico y bien hecho.
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Salazar
Salazar en Reforma combina lo mejor del campo y la ciudad, con un rooftop que regala vistas al Ángel de la Independencia y una propuesta culinaria donde lo internacional se mezcla con sabores asiáticos y productos locales. Los acabados de madera y la iluminación cálida crean un espacio acogedor para disfrutar platos como cordero estofado o quinoa fresca.
Con precios desde $500 por persona, es el lugar perfecto para cenas casuales que no sacrifican estilo ni sabor. Diseñado por Alfonso López Velarde y Habitación116, su atmósfera cálida y sobria invita a disfrutar la ciudad desde una nueva perspectiva. Salazar es un balance entre tradición, innovación y confort, una joya escondida para quienes buscan sabor y buena vibra en la CDMX.
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Galanga Thai House
Galanga Thai House, en la Roma Norte, es un rincón donde la cocina tailandesa tradicional se sirve en un espacio clásico y natural, con terraza al aire libre para disfrutar la brisa mientras comes. Su menú incluye curry verde, Pad Thai y rollitos primavera, todos elaborados con ingredientes frescos y autenticidad.
Con precios accesibles desde $400 por persona, es ideal para quienes buscan sabor intenso y ambiente relajado. La combinación de espacios abiertos, vegetación y diseño clásico hacen que cada comida sea una experiencia que transporta directamente a Tailandia. Galanga Thai House es ese lugar para compartir con amigos y descubrir nuevos sabores sin salir de la CDMX.
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Taverna
En la colonia Juárez, Taverna ocupa una casona antigua que te sumerge en una atmósfera medieval mediterránea, con espacios para toda ocasión: desde cenas románticas en su jardín hasta una noche de copas con amigos. Su cocina a las brasas destaca con su grilled cheese de berenjena con huevo frito y festines de pescado frescos.
Los precios rondan los $500 por persona, ideal para quienes buscan un lugar con historia, sabor y versatilidad. La mezcla de vegetación, luces cálidas y acabados rústicos invita a quedarse y disfrutar, mientras el menú sorprende con sabores intensos y texturas perfectas. Taverna es la promesa de un viaje gastronómico y visual en pleno corazón de la Juárez.
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Macarella
Macarella, en Paseo de las Palmas, ofrece un espacio sofisticado y clásico donde la cocina mediterránea e italiana brilla en risottos cremosos, pastas caseras y especialidades mar y tierra. Sus colores cálidos y diseño contemporáneo crean un ambiente elegante para cenas familiares o salidas con amigos.
Con precios desde $650 por persona, el restaurante combina tradición y modernidad en cada plato, usando ingredientes de la mejor calidad. Su terraza vibrante y zona interior más íntima ofrecen versatilidad para distintos planes. Macarella es un rincón para quienes aman el buen comer y el buen diseño, un espacio donde la cocina es arte y celebración.
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Madre Café
En la Roma, Madre Café es una casona neoclásica que mezcla arquitectura y gastronomía en un menú que va desde ravioles hasta poke bowls, acompañado de cócteles únicos. Sus terrazas rodeadas de vegetación y su atmósfera cálida crean un oasis urbano para desayunos o comidas relajadas.
Con costos entre $300 y $500 por persona, es perfecto para quienes buscan calidad sin pretensiones. Cada detalle del espacio y el menú reflejan una visión fresca y auténtica, donde la comida y el diseño se funden para crear experiencias memorables. Madre Café es más que un restaurante, es un refugio para el alma en medio de la ciudad.
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OXA
En el corazón de San Ángel, OXA es un jardín secreto que honra la gastronomía histórica de México con platos llenos de tradición y evolución, liderado por la chef Ana Martorell. La casona antigua que lo alberga es un escenario perfecto para disfrutar mole rosa y platillos que cuentan historias.
Con precios entre $600 y $900 por persona, es un lugar para quienes buscan autenticidad y sabor en un ambiente romántico y cultural. OXA es un tributo a México, donde cada plato es un viaje al pasado con sabor presente, y el jardín, un refugio para el paladar y la memoria.
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Magda
Magda, en San Ángel, es un espacio donde la herencia mexicana se encuentra con el arte contemporáneo y una propuesta culinaria vibrante. Desde desayunos hasta brunch con mimosas, aquí cada platillo está lleno de historia y sabor, con un menú que celebra lo nacional y la creatividad.
Con precios alrededor de $400 a $600 por persona, Magda es ideal para quienes buscan un plan fresco y cultural en un ambiente que mezcla tradición y modernidad. Su diseño único y sus platillos cuidadosamente elaborados hacen de cada visita una experiencia para el gusto y la vista.
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Casa Olympia
Casa Olympia en Polanco es un espacio donde los años 50 cobran vida en su decoración audaz y colorida, con retratos vintage, sillas tejidas y papel tapiz vibrante de Matthew Williamson. Su menú arriesgado y producto de alta calidad crean una experiencia gastronómica llena de sabor y personalidad.
Los precios están entre $450 y $700 por persona, haciendo de este restaurante una opción perfecta para quienes buscan un ambiente divertido y único. La combinación de diseño y comida hace de Casa Olympia un lugar donde cada visita es una celebración de color y sabor.
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