En el corazón del Santuario de Awakening, un paraíso de 152 hectáreas de selva virgen con cenotes ocultos, se alza el Awakening Trillium, una creación que va más allá de la arquitectura tradicional. Su diseño, inspirado en la flor Trillium, simboliza el ciclo eterno de la vida: el nacimiento como un acto de creación, la muerte como una transformación y el renacimiento como la victoria del espíritu. Su esencia es clara: inspirar crecimiento y permitir que quienes lo habitan florezcan.
Construido principalmente con bambú, un material renovable que encarna la flexibilidad y la fortaleza, el Awakening Trillium nació de un esfuerzo colectivo iniciado en 2015. Cada detalle fue cuidadosamente trabajado por artesanos de Yucatán y Chiapas, quienes con su sabiduría ancestral dieron vida a esta joya arquitectónica. La construcción respetó los métodos tradicionales, evitando maquinaria pesada para proteger la tierra y fortalecer el vínculo entre los creadores y la naturaleza.
Método de Construcción
Para mantener la armonía con el entorno, se emplearon materiales sostenibles cuidadosamente seleccionados:
- Bambú, eje central de la estructura, símbolo de resistencia y adaptación.
- Chukum, una resina maya que aporta un acabado duradero y natural.
- Ferrocemento, clave para dar estabilidad y forma a los pétalos del diseño.
- Piedra volcánica, que encarna la energía creadora de la Madre Tierra.
Cada etapa se realizó a mano con herramientas artesanales, priorizando la conservación del entorno en lugar de modificarlo por conveniencia.
Diseño Interior
El interior del Trillium es un refugio donde la simplicidad y la elegancia se fusionan con la selva. Ventanales de piso a techo, protegidos por mallas finas en lugar de vidrio, borran los límites entre el espacio y la naturaleza, dejando entrar el susurro del viento, el canto de las aves y el aroma de los árboles. La luz y las sombras bailan a lo largo del día, convirtiendo el interior en un paisaje cambiante que se transforma con el entorno.
Un Mensaje Universal
Más que una estructura, el Trillium es un recordatorio de nuestra conexión con los ciclos de la vida. Invita a dejar atrás lo que ya no sirve, aceptar la transformación y reencontrarse en la calma de la selva. No es solo un espacio, es una experiencia, un homenaje a la renovación constante de la existencia y a la belleza que surge cuando el diseño, la naturaleza y el propósito se entrelazan. Su magia deja una huella imborrable en quienes tienen la fortuna de descubrirlo.