El Valle de los Monjes es un sitio extraordinario en Chihuahua, que deja asombrados a todos sus visitantes con sus formaciones creadas por la naturaleza.

Chihuahua tiene sitios impresionantes, es un estado que se caracteriza por contar con una gran variedad de climas y paisajes por descubrir.

La naturaleza, a lo largo del tiempo, ha creado escenarios fascinantes, como el Valle de los Monjes. Ubicado a 15 kilómetros de Creel, al suroeste de Chihuahua, encontramos este increíble espacio escultórico. Es bastante fácil identificar el motivo de su nombre, ya que desde que llegas puedes observar enormes formaciones rocosas cuyas siluetas se asemejan a las de los monjes.

Estas rocas se fueron formando a lo largo de millones de años gracias a la erosión provocada por el viento y la lluvia. Su material, de origen calizo y roca sedimentaria, es ideal para que se creen este tipo de fenómenos naturales. Si se les mira con detenimiento, dan la apariencia de que son un grupo de monjes deambulando por el campo, todos vestidos con su habitual cogulla y capuchón.

De hecho, habitantes de la zona, dicen que sí fueron monjes que quedaron petrificados tras muchas horas de meditación. También parece como si fueran en procesión, todos formados en filas de cinco. Incluso, hay rocas que cuentan historias amorosas, que se pueden apreciar a simple vista.

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Descubre el Valle de los Monjes en Chihuahua

Escondido en la Sierra Tarahumara, el Valle de los Monjes es una maravilla natural que todos debemos conocer. Existen muchas teorías sobre su formación, sin embargo, los científicos dicen que estas rocas son producto de fenómenos geológicos combinados con el desgaste producido por viento, agua y sol.

Cada roca puede llegar a medir hasta 60 metros de alto, por esta razón, cuando se ven de cerca pueden resultar muy imponentes. Muchas personas se han atrevido a escalar estas formaciones rocosas, con el único fin de corroborar que son reales y no producto de un mal entendido visual.

Desde lejos se puede apreciar las hermosas rocas, pero, a medida que te vas acercando, comienzas a observar qué tan grandes son en realidad, a tal punto de perderte entre sus enormes sombras. El lugar está rodeado por un silencio profundo, el cual se va agudizando más a medida que va cayendo la noche, un destino que invita totalmente a la contemplación de semejante enigma.

Este lugar también es conocido como Valle de Bisabírachi, es llamado así por los tarahumaras, quienes tienen la creencia de que las rocas son dioses petrificados que están dispuestos a escuchar las plegarias de sus habitantes.

Qué hacer en el Valle de los Monjes

Este destino natural es para todos los gustos, desde los viajeros más tranquilos hasta los más aventureros. Aquí puedes pasar un día entero contemplando el paisaje y fotografiándolo, asimismo, puedes practicar actividades como senderismo, rapel y ciclismo de montaña.

Leyenda

Cuenta la leyenda que hace millones de años, cuando la tierra era muy joven, las rocas, sin importar su tamaño, eran suaves y maleables. En esos primeros tiempos de nuestro planeta existió una población que decidió dejar como legado de su existencia unas gigantescas figuras. El nombre de aquella comunidad, así como su lengua y costumbres están perdidos en las arenas del tiempo. Sin embargo, las piedras que ellos moldearon siguen en el mismo lugar donde las dejaron, brindando su majestuosidad a los visitantes del lugar que hoy en día se conoce como el Valle de los Monjes.

¿Cómo llegar?

El Valle de los Monjes se encuentra cerca del pueblo de Creel, a éste se puede llegar en coche, autobús o en el tren Chepe. Una vez que te encuentres ahí, lo mejor es contratar un transporte al valle, el cual tardará, aproximadamente, 20 minutos en llegar.

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